Imagen: Duvi
Un samaín científico en Pediatría del Álvaro Cunqueiro
Estudiantes de Ingeniería Biomédica comparten su tiempo con niños y niñas ingresados
Hace tres años nació un proyecto de aprendizaje-servicio que involucra la estudiantes del grado en Ingeniería Biomédica de la EEI: durante el primer cuatrimestre del curso se acercan al hospital Álvaro Cunqueiro para compartir sus tardes con pacientes del área pediátrica. Para niños y niñas, además de diversión y aprendizaje, también supone romper con la rutina.
La iniciativa fue puesta en marcha por Eduardo Suárez Porto, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica, Máquinas y Motores Térmicos y Fluidos. Explica que la finalidad es que el alumnado de 3º curso de este grado pueda poner en práctica conceptos de mecánica de fluidos y, al mismo tiempo, adquirir competencias relacionadas con el compromiso ético, la responsabilidad social o el trabajo en equipo. Justamente, hacer un servicio a la comunidad es la esencia de una metodología de aprendizaje-servicio (APS). Además de acercar conocimientos científicos a estos y estas pacientes, les ayudan a distraerse de las rutinas médicas y reducir su ansiedad. La actividad comenzó este pasado lunes y se extenderá hasta finales de año. Otras de la propuestas con las que pudieron jugar las niñas y niños fue lo que se conoce como fuente de Herón, que funciona de forma autónoma y una copa de Tántalo que, como detalla Suárez Porto, “impide a los avariciosos llenar la copa más de la cuenta”. Tampoco faltaron, añade, “experimentos clásicos como el del agua con maizena, uno de los más divertidos y, a su vez, ‘sucios’, que consiste en mezclar ambos componentes hasta conseguir unas propiedades que lo convierten en un fluido no newtoniano, que se comporta como un sólido ante esfuerzos elevados y como un fluido cuando se le ejercen fuerzas pequeñas.
Altas cifras de voluntariado en la asignatura de Mecánica de Fluidos
Esta primera semana contó con la participación de diez estudiantes, y fue el primero de 18 grupos inscritos en esta edición. Aprovechando la cercanía del Samaín, varias alumnas acudieron caracterizadas de brujas para teatralizar de manera más amena las explicaciones y los experimentos. Niños y niñas pudieron ver fuego dentro de un vaso o construir una lámpara de lava con aceite, una pastilla efervescente y colorante. Otras de la propuestas con las que pudieron jugar las niñas y niños fue lo que se conoce como fuente de Herón, que funciona de forma autónoma y una copa de Tántalo que, como detalla Suárez Porto, “impide a los avariciosos llenar la copa más de la cuenta”. Tampoco faltaron, añade, “experimentos clásicos como el del agua con maizena, uno de los más divertidos y, a su vez, ‘sucios’, que consiste en mezclar ambos componentes hasta conseguir unas propiedades que lo convierten en un fluido no newtoniano, que se comporta como un sólido ante esfuerzos elevados y como un fluido cuando se le ejercen fuerzas pequeñas.
Suárez Porto, que coordina esta iniciativa en colaboración con Christian Gil y Marcos Conde, todos docentes de la Escuela de Ingeniería Industrial e investigadores del CINTECX y del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, se muestra muy satisfecho con la implicación de su alumnado con este proyecto. Con 50 estudiantes inscritos, supone más del 80% del alumnado matriculado en la materia de Mecánica de Fluidos, cifra aún más positiva toda vez que la actividad es voluntaria y no realizarla no penaliza en la evaluación.
La actividad es una de las seleccionadas dentro de la convocatoria de Proyectos aprendizaje servicio 2024-25 en el marco de la Agenda 2030 y de sus ODS y obtuvo apoyo económico a través de la Convocatoria de ayudas económicas para las actividades de los GID 2024.
Este es el tercero año que el alumnado de Ingeniería Biomédica participa en esta propuesta y, en esta edición, se presentó a la III Edición del premio gallego de educación para el desarrollo y ciudadanía global y está presente en el Mapa de experiencias de educación para la ciudadanía global – Cénit.
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