Los sistemas de control de infraestructuras críticas y sistemas industriales han sufrido un cambio de paradigma en los últimos años, pasando de estar en entornos considerados aislados a estar totalmente conectados, no sólo con redes internas sino incluso con el exterior (a través de Internet). Desgraciadamente, este cambio no ha ido acompañado de una adecuada seguridad, encontrándose muchos de estos sistemas con vulnerabilidades que pueden ser atacadas incluso remotamente con objeto de comprometer su seguridad.