Las aulas de la Universidad de Vigo despiden la primera promoción del Grado en Ingeniería Biomédica

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El próximo curso la Escuela de Ingeniería Industrial estrenará el Máster en Ingeniería Biomédica

51 estudiantes se convirtieron en la tarde de ayer, en el acto de graduación que la Escuela de Ingeniería Industrial celebró en el Auditorio Palacio de Congresos Mar de Vigo, en los primeros egresados en Ingeniería Biomédica por la Universidad de Vigo. Atrás quedan cuatro años de estudio y formación de la primera promoción del grado que comenzó sus pasos en el curso 2018-2019 con una oferta de 50 plazas, 240 créditos, dos intensificaciones (BiotechBiommec) y una estrecha relación con el Hospital Álvaro Cunqueiro. “El nombre no miente, si bien la titulación está orientada cara la rama de la salud, es una ingeniería, por lo que fueron unos años de mucho estudio. Pero aún siendo una carrera técnica, este grado cuenta con la gran ventaja de poder tocar una rama tan bella como es la sanitaria, y de poder combinar dos mundos aparentemente distantes, pero muy necesarios juntos, como son la ingeniería y la salud”, aseguran Antía Álvarez Pazó y Antón García Sixto, delegados de la primera promoción del grado, que destacan como elemento diferenciador de la titulación cursada en la UVigo, respecto de otras universidades, “contar con una fuerte colaboración del hospital, permitiéndonos conocer y ver de primera mano el estado de la sanidad actual, por lo que para nosotros, este fue el gran aliciente de la carrera, nuestro paso por el Hospital Álvaro Cunqueiro”.

A lo largo de estos cuatro cursos, el alumnado de la primera promoción del Grado en Ingeniería Biomédica recibió formación básica y tecnológica, así como también sobre los principales aspectos relacionados con la fisiología y la anatomía del cuerpo humano, con el objetico de aplicar estos conocimientos a la resolución de problemas del ámbito sanitario. “Esta titulación es una apuesta estratégica de nuestra Escuela, de la Universidad y de nuestra comunidad y mi valoración, en términos generales, es muy positiva, tanto por el diseño del plan de estudios, en el que se establece una parte de la formación en colaboración con el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, como en el despliegue a lo largo de estos cuatro cursos, con una gran implicación y compromiso por parte de todas las personas que vienen participando en el mismo”, explica el director de la Escuela de Ingeniería Industrial, Juan Pardo Froján.

Cara y cruz de ser las pioneras y los pioneros

Antía y Antón, en representación de los 51 estudiantes que conforman la primera promoción del Grado en Ingeniería Biomédica de la UVigo, consideran que tanto los estudios como las prácticas sí respondieron a sus expectativas, porque “el temario impartido a lo largo de la carrera fue muy amplio, lo que nos permitió profundizar en gran variedad de ámbitos de la ingeniería biomédica”. No obstante, para estas y estos pioneros, “ser la primera promoción tiene muchos inconvenientes y no todo fue color rosa”, aseguran. Ocasionalmente falta de coordinación entre docentes y departamentos o materias no impartidas de manera especializada para mostrar las aplicaciones que puede tener la rama técnica en la medicina, son algunos de los aspectos que el estudiantado incluye en los puntos de mejora de los primeros cursos de la titulación, en la que la pandemia también se dejó notar. Aún así, Antía y Antón coinciden en señalar que “pese a alguno momentos caóticos, hay que tener en cuenta que es la primera titulación de esta escuela y que se hizo en colaboración con el complejo hospitalario de Vigo, lo que implica una dificultad adicional a cualquier grado, especialmente por culpa de estos años de crisis sanitaria. Además el hecho de que la clase tuviera en ocasiones que trabajar junta para poder avanzar dentro de la novedad generó un buen ambiente, que a pesar de las diferencias, hizo de nosotros un grupo estupendo”, aseguran.

Además de la adaptación del temario a su especialidad, los delegados de la primera promoción del grado suman a lo que consideran mejoras a introducir en la titulación, la revisión de la forma y extensión de las prácticas hospitalarias, “ya que tras cuatro años de carrera, tres de ellos parcialmente en el hospital, seguimos sin tener muy claro el papel que desempeñamos en el sistema sanitario. Claro que hay que tener en cuenta que la pandemia condicionó nuestra entrada en el mundo hospitalario y también, al ser la primera promoción, contribuiremos nosotros mismos a definir ese rol”, explican Antía Álvarez y Antón García, que como contrapunto positivo destacan la tremenda implicación y profesionalidad del personal docente de la escuela y el hospital, así como de los trabajadores y las trabajadoras del sistema de salud, tanto con ellos, como con los pacientes.

Ilusión, covid y un máster para dar continuidad a la titulación

La ilusión, la actitud y el “magnífico nivel que muestran los estudiantes día tras día” son para Juan Pardo las mayores satisfacciones de estos cuatro años, en los que también destaca “el enorme compromiso de instituciones, profesorado, alumnado… en alcanzar una titulación de prestigio para nuestra comunidad”. Por la contra, para el director de la Escuela de Ingeniería Industrial el impacto de la situación sanitaria fue “el mayor quebradero de cabeza, porque justo cuando se declaró el estado de alarma/emergencia coincidió con el curso en el que se iban a comenzar a impartir las primeras materias por parte del complejo hospitalario de Vigo”, lamenta Pardo, que agradece su colaboración e implicación, así como la del profesorado y profesionales y la gran comprensión del alumnado, “ya que la implantación se desarrolló de una manera diferente a lo planificado. Somos conscientes de que tenemos que corregir cosas y en ese proceso de mejora una parte muy importante fue y es la llegada del primer alumnado”.

Despedida la primera promoción del grado, el curso 2022-2023 será en el que se estrenará en la Escuela de Ingeniería Industrial el Máster en Ingeniería Biomédica. Tras superar todos los trámites y obtener el informe favorable de la Acsug, el máster comenzará después de “un proceso un poco más complejo de lo habitual, porque durante la tramitación entró en vigor un nuevo Real Decreto que regula las enseñanzas universitarias y hubo que adaptar la memoria a los nuevos requisitos en un tiempo breve y en el que no estaban claras las implicaciones de esta nueva normativa”, recuerda Pardo Froján. Mientras, el futuro de los delegados de la primera promoción del grado pasa, en el caso de Antia, por seguir estudiando “me gustaría dedicarme a la investigación y docencia y prefería quedarme en Galicia”, explica. Por su parte, Antón explica que le gustaría cursar un master en el extranjero, “pero antes creo que haré el doble grado con la carrera de mecánica y me prepararé en idiomas, para así, en dos años, poder irme”.

 

Fuente: DUVI