Premian una metodología que permite determinar de modo automático el riesgo de incendio cerca de las carreteras

Vigo TecnolóxicoActualidadPremian una metodología que permite determinar de modo automático el riesgo de incendio cerca de las carreteras

Fue reconocida con un galardón impulsado por la Universitat Autónoma de Barcelona y Securitas

A través del desarrollo de algoritmos automatizados para el análisis de datos LiDAR y de imágenes multiespectrales obtenidas por satélite, la investigadora del grupo de Geotecnologías Aplicadas (GeoTech), perteneciente al centro de investigación CINTECX, y profesora de la Escuela de Ingeniería Forestal, Ana Novo, generó una metodología para la inspección automática de la vegetación en el entorno de las carreteras, que permite a su vez determinar, también de forma automática, el riesgo de incendios forestales en estas zonas. Tanto por su relevancia en el campo científico y tecnológico, como por su contribución en el ámbito de la seguridad humana, su investigación fue reconocida con el primer Premio Cátedra Manuel Ballbé SHDG-Securitas, un galardón promovido por la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) y Securitas Seguridad España.

Novo Gómez concurrió a estos premios, dirigidos a reconocer proyectos de investigación relacionados con la seguridad humana y el derecho global, con una «parte de las investigaciones, las más orientadas a la transferencia tecnológica», que integran su tesis doctoral Evaluation of Vegetation around roads by LiDAR data processing and multiespectral images, que defendía recientemente en la EE Forestal. «Recibir este premio es algo genial», reconoce de un galardón con una dotación económica de 3000 euros, a la que se suma la presentación de su trabajo en el próximo Congreso Internacional sobre Seguridad, que tendrá lugar en Barcelona, y su publicación en el Journal of Human Security and Global Law. En ese sentido, Novo destaca lo positivo de este premio, tanto porque «pone en valor todos estos años de investigación y me motiva para continuar», como por la «visibilidad» que aportará a sus investigaciones «poder exponer mi trabajo en un congreso internacional», así como por la posibilidad de que «me abra puertas a futuras colaboraciones y a la transferencia tecnológica».

Dirigidos a reconocer, como informó la UAB, «soluciones innovadoras» en diferentes ámbitos relacionados con la seguridad, como es en este caso los riesgos que implican para personas e infraestructuras los incendios forestales, la comisión evaluadora de estos premios estaba formada por la presidenta de la Cátedra Manuel Ballbé, la exvicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de La Vega; su director académico, Carlos Padrós, y la directora de Personas y Talento de Securitas, Alicia Goméz de Hinojosa.

Actuaciones preventivas frente a los grandes incendios

El punto de partida de la investigación que Novo ha desarrollado en el programa de doctorado en Geotecnologías Aplicadas a la Construcción, Ingeniería e Industria, bajo la dirección de los profesores Higinio González y Joaquín Manuel Sánchez, es la previsión de que el riesgo de incendio en Galicia «aumente en los próximos años», por culpa de los efectos del cambio climático. Pero concretamente, explica, el riesgo de padecer los llamados «incendios de sexta generación», caracterizados por su virulencia, que los hace «imposibles de controlar por los medios de extinción». Este escenario lleva a su vez a poner el foco en la importancia que, en materia preventiva, tiene la gestión de la vegetación en espacios como el entorno de las carreteras, donde, explica, «suelen originarse» un «alto porcentaje de incendios», a la vez que son también «la vía escape de la población» en el caso de que se originen.

En ese sentido, el objetivo de su investigación era desarrollar «una serie de metodologías» que permitan «detectar, analizar, modelar y evaluar la vegetación» en estos espacios, lo que a su vez facilite la realización de «acciones de mantenimiento» orientadas a «mitigar la severidad» de los fuegos. Concretamente, las metodologías y los algoritmos desarrollados permiten el procesamiento automatizado de los datos sobre el tipo de vegetación, altura o grado de humedad, obtenidos a través de tecnología LiDAR, «tanto embarcada en un dron, como en un coche y en una avioneta», así como de imágenes multiespectrales obtenidas por satélite.

«Se consiguió realizar las inspecciones de la vegetación de una manera totalmente automatizada», apunta Novo de unas metodologías que testó en diferentes puntos de Galicia. Concretamente, tanto en los municipios de Ferrol y Celanova como, principalmente, en el parque natural Baja Limia-Serra do Xurés, principal escenario de estos trabajos, tanto por la importancia ambiental de esta Reserva de la Biosfera como por ser, recordó, «una de las zonas que más incendios forestales sufre cada año en Galicia».

Generación de mapas de riesgo y propuestas de actuación

«La caracterización de los combustibles proporciona información sobre el riesgo de incendio y los posibles efectos del fuego, según su estructura y disposición», destaca Novo, que ha logrado con estas metodologías «monitorizar» la evolución de esa vegetación, lo que permitiría reducir «costes y tiempo de ejecución en las labores de inspecciones de las infraestructuras», además de conseguir información sobre su estado que «en ocasiones es imposible obtener mediante medios humanos». A partir de ahí, su investigación abarcó el desarrollo de un «índice de riesgo» que, también de manera automatizada, pondera un conjunto de factores además del propio estado de la vegetación, como los datos climatológicos, el «histórico de incendios» de cada zona, su topografía y los factores «antropogénicos», derivados de la acción humana. Este «mapa de riesgo» permite determinar la menor o mayor probabilidad de incendio de una determinada zona, así como, a través de la integración de las TIC, proponer las «medidas o recomendaciones que según el estado de la vegetación obtenido deberían ser abordadas por los gestores de las carreteras».

Concretamente, con el objetivo de que estas metodologías permitan obtener «resultados de fácil interpretación» que contribuyan a «optimizar la toma de decisiones» en labores de prevención y conservación, esta metodología permite adjudicar a cada espacio un nivel de riesgo que se ubica entre el 0 o «nulo» y el 5 o «muy alto». Cada uno de estos niveles lleva a su vez emparejada una serie de recomendaciones específicas, que en el caso de los niveles «muy bajo y bajo» pasan por la realización de labores de vigilancia de las zonas, mientras que en el caso del riesgo «moderado» implicarán también evaluar la necesidad de dar prioridad a las labores de control de vegetación en estos espacios, entre otras medidas. En el caso del riesgo alto, se propone la programación de «actividades de roza extraordinarias», así como por una «vigilancia continuada» e informar a través de paneles del alto riesgo de incendios, junto con la activación de los protocolos pertinentes, medidas que se mantienen en el caso del nivel «muy alto», en el que se aboga también por la evaluación de los índices de riesgo en las zonas del entorno, «con el objetivo de definir vías de escape o itinerarios alternativos».

 

Fuente: DUVI